soledad
Ausencia.
Vivir es irse llenando de ausencias.
I
Fíjate ,
cómo desciende la dorada hoja
desde las dormidas ramas,
parece danzar en el aire
antes de rozar el suelo:
el Otoño es tiempo retenido en la memoria.
Mis pasos como discurso de hojarasca
que nunca escribí, palabras mudas
sobre historias que deseé haber vivido
Como siempre estás Tú, el imposible
una presencia táctil y sonora
hueca en el espacio.
A cada pisada en la maleza
responde el ayer seco
de una garganta yerta
cuyo sonido me cuenta que tan solo
soy ya eco de un mundo perdido.
Se borran los rostros que se cruzan
por un camino que es solo un tono ocre
de alamedas caducas silenciadas
y el discurso: el suave vuelo
de una lluvia de manos en despedida
tan pleno al Otoño tengo el ánimo vencido.
No sé si he tenido una vida cierta
en este presente continuo de abstracciones
mundos inventados, ideas viajeras
en la que nada cuenta
esa otra realidad de tinta negra
y aspereza de los periódicos:
porque aún dormido
será siempre con tu sueño!
Creí que el horizonte era solo aire
el frío que en invierno
me abofeteaba el rostro
pero la tarde se tiñó a brochazos cálidos
de azul verdoso y morado sangre
y algunos pequeños blancos cenicientos:
el retrato de mi ausencia era la tarde
así que no era un mero paseo
lo que me atrajo cada día
al crepúsculo cayendo
no hay camino trazado que lleve
a la ausencia de los sentidos pequeños
y abra de golpe un hueco
en cien dimensiones
entre mi yo presente
y mi ayer desvivido
soledad ausente, porvenir no venido:
TODO FUE AUSENCIA!
Creí que el horizonte eraun sueño
la sombra de la ladera y la luz de la altura
pero la tarde se detuvo en un punto
estallando en suspiros neones
un griterío inundando desmemoria
entre mis pies y aquella algarabía
lienzo blanco de una herida.
No fue un sueño y si lo fuere
retuvo la tarde entera
suspendida de Tu cuerda invisible
me enamoró la ceniza dorada
de tus cabellos y el sonrojo de tus mejillas
con el azulverdoso de aquellas pupilas
ante el retrato de mi estúpida ausencia!
Creí que el horizonte
era sólo límite
frontera de lo sólido y lo etéreo
pero aquella tarde
pronto fué una angustia contrapuesta
una nostalgia desvanecida
una levitación incorpórea de ideas
sobre el espejo de tu piel
un perfil recortado, una sombra
contra las luces tardecinas.
No era límite y si lo fuera
cercó mi aliento de besos olvidados
apretó en un abrazo el vacío de mis huesos
llenó las inmóviles manos de cálidas caricias
de pronto el ocaso se alojo en una mirada
que para mí fue todo en Tu ausencia.
Crecer en la usencia es poblarse de sentidos
desobedientes a olores o sabores
al paso del tiempo o juegos de luz
porque ausentarse es un instante detenido.
Ausentarse, confuso letargo
vida sin presente en un mundo presentido
elace del deseo a un imposible ya aceptado.
Ausentarse, alargar toda sombra
desde un común plano recto
el único ángulo donde se doblan
todas las soledades, el vértice común
a todo lo perdido
sin perspectiva posible.
II
Nacer en ausencia
ignorando todo lo cierto
por una abstracción.
Hacerse Ausencia, paso a paso
cerrando los ojos, poco a poco
Aislarse de la luz sin sombra
ni sonido puro ni ruído agrio
Ausencia en vacías manos
ni frió atorado ni calor
Ausencia todo en una pieza
ni fue tiempo, ni es presente
ni será ya lo venidero.
Memoria ausente de un recuerdo
horizonte siempre nuevo
nívea visión de Ausencia plena
Recreación contínua del vacío
nada en constante movimiento.
Ausencia que despierta otros sentidos
y un universo de emociones:
donde el Amor eres Tú
el desconocido, el nunca visto
TÚ: color inexistente
TÚ: punzón en la hondonada
TÚ: tremendo inaprehensible
TÚ Ausente: sin nombre conocido!
Cuantas veces presentí ser puntal
de un mundo estático e infinito,
haz luminoso cruzando el Éter
sabiendo yaciente el astro origen
de toda esta Ausencia!
Delante el desamparo
que es un espacio hueco
tras otro espacio
inmensos todos de vacío.
No supe hacer mío ni un momento
tan en mí tengo cada instante detenido
que fuí niño y no me acuerdo
lo sé por una fotografía!
Ya entonces me abrazaste
Ausencia de todos mis días:
Vivir de espaldas para no verte
negar un patio tras una vidriera
enlosados pasillos desiertos
impulso y retroceso al ayer,
negar la voz amiga
que afirma estar aquí y ahora
cuando Tú no acudes
a llamada alguna.
Los sentidos se negaron hacia afuera
dieron la vuelta hacia lo oscuro
Los ojos se volvieron en sus órbitas
para concentrarse en lo íntimo,
ensordecieron los oídos al viento
para hacerse onda en la sangre
y tantear tibieza de entresijos
saboreando el desamparo
de la soledad concreta
siendo todo ya en Tí
Ausencia y más Ausencia.
Sorprender el alba desde la tiena mañana de lo perdido
inventar un día sin conocer la noche
impulsar miradas a las alturas de la nada
renunciar al peso entre los pies y el suelo
danzar suspendido cuál luz sin elemento
Y fué la mano ausente
que da vida a un sueño
para que nunca despiertes,
ausente aún no nacido
pero durmiendo!
III
Es Otoño y el horizonte que atardece
cierra en lo oscuro los olvidos
y anochece.
Siguen las hojas declinando
tiñen el aire de amarillo
los pies se mueven
entre la tierra y las ramas
recorren el pentagrama
de los cables eléctricos
y alla se clava cada paso
como nota seca de carraca
sol-la-sol, sol-la-sol
ininterrumpìdo.
Se abren las alamedas
y se aprietan entre si los chopos
pero todo es soledad entre sus ramas
que llenan todo el espacio solo de vacío.
Se apartan los troncos
y me lanzan su sombra
para robarme el escaso
sol decadente,
pero ya está de nuevo
conmigo o contra mí
su débil destello, y zas!
otra sombra y otro paso
a la efímera luz.
Otra vez se abre ese cielo
que azulea tan pálido
como excusando la ausencia de nubes
y la nostalgia de la gris tormenta.
Las hojas que fueron altura
de un cielo tan verde
las hojas vueltas mar dorado
y olas secas
las hojas que siguen cayendo
como manos y despedidas en el aire
las hojas que arrastran mis pies
con los gemidos de la tierra
como sueves tapices rellenando dureza
como una plegaria que reclama la lluvia.
No, no he sido tiempo
fui Ausencia,
No levanté cabeza
sino Ausencia
No abordé despierto
Tú voz que clama la Vida,
viví en la Ausencia,
No preparé la mirada para el encuentro
Amor que exiges mirar de frente
estoy en un Otoño que me abre sus veredas
soy y estoy sin Tí
con mi Ausencia!
Manuel Benjamín, 1979