Tengas juicios y los ganes
El pasado día 29 de noviembre, en calidad de «acusado», me personé ante un tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid. Ya celebrado el juicio y tan solo pendiente de la notificación de la sentencia quiero publicar para quien quiera compartirla, mi pequeña historia.
Resulta que durante un período de tiempo, del 2005 al 2012, siete años exactamente, me asocié voluntariamente a un Foro educativo europeo, llevado por mis ideales de convergencia educativa con Europa. En el año 2009 me proponen la presidencia del foro autonómico de Madrid, uno de los foros federados a aquella asociación, que acepto como un honor personal, ya que el cargo solo conlleva cargas. La pertenencia al foro supone pagar una pequeña cuota anual, ya que como asociación educativa sin ánimo de lucro, ningún cargo es remunerado. Ejerzo mi presidencia bienal con satisfacción por parte de todos y la Asamblea General de Socios, en el año 2011, resuelve renovarme el mandato por un nuevo período de dos años, tiempo máximo de permanencia en la presidencia que permitían nuestros estatutos. Acepto de nuevo con agrado y agradecimiento su confianza, aunque un año antes había sido diagnosticado de una enfermedad de cierta gravedad que nadie más conocía. Como consecuencia de aquella enfermedad, en el año 2012 debo iniciar una medicación que afecta particularmente a las facultades intelectuales y emocionales. Pero además se me complica mi panorama familiar por necesidad de aumentar la atención a mi madre, ya casi ciega y con 95 años, con quien siempre conviví, y además ocuparme de una hermana que comenzaba a tener serios problemas de movilidad y que había enviudado dos años antes. Total que decidí solicitar la «jubilación anticipada» a los 60 años para poder compatibilizar mi atención a mi familia. Por todo ello comunico al foro educativo que tan solo puedo completar este segundo mandato, y para ello pospongo unos meses mi derecho a jubilarme, de marzo a setiembre, pero que a partir del 1 de setiembre, y por razones de índole familiar, debo cambiar de lugar de residencia y se me hace imposible continuar con mis inquietudes educativas al frente de este foro.
Sucedía además que en el año 2012 entró en crisis la entidad bancaria donde nuestro foro depositaba los escasos fondos con los que hacía frente a sus pequeños gastos, al punto que se temió que efectuara un «corralito», según información en prensa, lo que hubiera complicado la gestión de nuestros intereses educativos. Por ello, y con el conocimiento de la Junta Directiva de aquél foro, comencé a transferir pequeñas cantidades de esta entidad a otra más reconocida que no parecía correr los riesgos de la nuestra, utilizando una cuenta familiar que poseíamos, a fin de evitar el engorro de apertura de cuenta nueva a nombre de nuestra asociación, en una operación que iba a ser necesariamente provisional. Este traslado de fondos se produce de abril a agosto, momento en el que por razones familiares me encuentro ocupado en una mudanza de domicilio de Madrid a Alicante, donde podía reunir a mi familia para su adecuada atención, y además con la fecha tope del 1 de setiembre en que había comunicado mi renuncia a la presidencia del foro.
Ya trasladado a Alicante, la salud de mi madre empeora gravemente, hasta el punto que el 15 de diciembre fallece. En aquellos meses estuvimos valorando la posibilidad de operar a mi hermana de ambas rodillas a fin de evitar su total inmovilidad. Cualquiera puede entender que entre la mudanza reciente, la enfermedad de mi madre y las continuas visitas médicas de mi hermana, ya en silla de ruedas, para valorar su posible operación, además de cuidar mi propia enfermedad, los asuntos del foro pasaron al completo olvido, y más cuando desde mi punto de vista, mi renuncia a la presidencia con fecha 1 de setiembre ya se había comunicado, y por tanto asumido por la Junta directiva, habiéndoles dejado una dirección para que pudieran recoger toda la documentación que obraba en mi poder como presidente, incluida la cuenta de referencia bancaria con los fondos del foro allí depositados, y donde siempre estuvieron.
Al fallecer mi madre, nos planteamos la posibilidad de operar a mi hermana en La Habana, ya que nuestra familia parental reside allí y nos aconsejaban la bondad de la sanidad cubana, a la que teníamos acceso sufragando unos gastos mínimos. Decidimos realizar a mi hermana todo el preoperatorio en España, y una vez confirmada la posibilidad del trasplante, realizar las gestiones con la sanidad cubana, con la mala fortuna que por parte del informe médico realizado, se desaconsejaba tal operación en el caso de mi hermana por problemas de mala circulación venosa en las piernas. Total que en el mes de abril de 2013 ya desistimos de continuar con aquel empeño.
Ya en mayo me llega una notificación del Juzgado de Paz de la localidad de residencia de Alicante en la que se me cita en Orihuela «como imputado» para presentarme el mes de julio a «declarar». En el juzgado de Paz me informan que es un exhorto de un juzgado de Madrid, en Colmenar Viejo. Y pienso que tendrá relación con multas de tráfico, ya que era incapaz de conectar aquella localidad madrileña con mi actividad pasada en el foro. Pero cuando en julio me persono ante el Juzgado de Orihuela y me tienen que otorgar abogado de oficio en el mismo momento, es cuando me percato que la denuncia parte de la secretaria y tesorero de la Junta Directiva del foro por «apropiación indebida» con ánimo de lucro de fondos del mismo. Mi sorpresa no cabe describirla y mi enfado me deja atónito hasta el punto de balbucear una declaración absurda ante una abogada que no sabe nada del tema y un funcionario del juzgado que se dedica a transcribir mis balbuceos con toda la cortesía del mundo. Firmo aquel papel con ganas de salir corriendo y alejarme de allí, y pensando que aquello no tendría continuidad ninguna una vez se aclare donde están los fondos y vuelva todo a su normalidad. Pero no es así, sino que puesto en contacto con una persona de la Junta Directiva para protestar por una actuación a espaldas mías tan ofensiva, me espeta que «devuelva todo lo robado y me deje de charlatanería, porque además ella no tiene por qué tratar con un corrupto». El cabreo es tal que decido no volver a contactar con nadie más que tuviera relación alguna con aquel foro, pues con tal prisa había pasado de ser un compañero ejemplar a un ejemplar de bandido. Tan herido me sentí que decidí dejar que la justicia siguiera su curso y pusiera a cada uno en su lugar. ¿Mala idea, verdad?. Ciertamente, así fue.Para hacer frente al juicio y dada mi experiencia con abogados de oficio, contrato un abogado y además abono los gastos de los que se me habían nombrado por turno, total unos 3.000€.
En el año 2016 resolvimos la unidad familiar regresar a Madrid. Nueva mudanza y consiguiente ajetreo documental: empadronamiento, cambio de médicos y hospitales, revisión de la discapacidad de mi hermana que alcanza un 85%, trámites para su dependencia… Todo esto con la diaria necesidad de asistir a mi hermana en todo, desde aseo personal a alimentación, movilidad etc. Y pendiente un juicio en el que se me piden 6 años de prisión, devolución de un dinero que siempre estuvo en su sitio, una multa de más de 6.000€ y responsabilidad civil por daños causados.
Por consejo de mi abogado transfiero el dinero propiedad del foro a una cuenta que me indica el juzgado, y quedo a la espera del citado juicio. Mi abogado me da a elegir dos opciones, una es que peleemos por ganar el juicio y otra es declararme culpable. La primera tiene el riesgo de que perdamos y deba cumplir la pena de prisión, o bien que ganemos y todo quede arreglado, pero además supondría demostrar que los denunciantes habían cometido un delito de injurias o al menos de «acusación injustificada»,y eran todos miembros de mi Junta Directiva . El tribunal, cuando menos, podría cargar las costas procesales a un foro en permanente carencia económica y al que yo estimaba y había dedicado mis mejores esfuerzos y servicios. La segunda opción, según mi letrado, es casi seguro que la Fiscalía reduzca la pena a su grado menor, de forma que la multa sea muy pequeña y no deba ingresar en prisión, pero lo malo es que quedaré como «penado» con antecedentes penales. Mi encrucijada es que no puedo arriesgarme a perder porque dejaría abandonada a mi hermana, ya que la prisión y tal como es mi vida, casi supondría un período de descanso, y digo esta ironía con toda la tristeza del mundo. Bajo ningún concepto, por otra parte, deseaba dejar a mis ex compañeros en una mala situación. Total que ante la disyuntiva «elijo» declararme culpable de la «apropiación indebida» con ánimo de lucro, de un dinero que nunca utilicé para uso personal, y esta es la segunda y peor ironía, porque durante la celebración de la causa debía mentirme culpable de algo que nunca cometí. Resulta que la primera pregunta del fiscal fue «¿por qué lo hizo?», y quedé en suspenso balbuceando «que hice qué», porque no podía volver a la historia del corralito y justificar mi perdida inocencia como culpable declarado que era. Ni mi abogado ni yo habíamos preparado esta respuesta, así que me vi sorprendido declarando, ante la insistencia del fiscal, «supongo que por necesidad, ahora mismo no recuerdo otra causa».
En fin, a día de hoy desconozco todavía cuál será la sentencia, pero si aquí transcribo mi historia es para que cuantos me conocen, estiman y aprecian en mi vida profesional no devalúen su opinión sobre mi persona a pesar de mis posibles primeros antecedentes penales o duden de mi honestidad por haber sido declarado culpable si llegara a sus oídos esta acusación. Pero también como una reflexión acerca de la condición humana y las circunstancias que pueden llevar a hacer juicios previos sobre comportamientos ajenos o admitir como pruebas irrefutables incluso la declaración de culpabilidad reconocida de una persona. Y no soy siquiera partidario de la «presunción de inocencia» cuando los indicios dejan bien clara esta culpabilidad, el verdadero problema es que ya ni siquiera creo en estos indicios.
Un cordial abrazo a cuantos han tenido la paciencia de escuchar esta historia, porque su interés me demuestra su amistad o preocupación por mi persona. Para quienes no me conocen y han seguido esta líneas por curiosidad, les dejo un breve perfil profesional para que tengan más elementos de juicio para considerar la veracidad de lo aquí relatado.
Manuel Méndez
Maestro de la Escuela Pública 1975/2012.Ha ejercido la Dirección escolar durante 10 años, Jefatura de Estudios 5 años, Secretaría 5 años. Ha sido Director de un Centro de Apoyo al Profesorado durante 8 años. Ha ejercido la Presidencia del Foro Europeo de Administradores de la Educación de Madrid durante 4 años. Es Tutor y Coordinador del Proyecto Mentor de Educación Telemática desde 1997. Ha sido ponente en diversos foros y universidades sobre «Educación en Valores» e «Interculturalidad». Tiene materiales didácticos publicados para la integración de minorías en desventaja y artículos sobre esta temática en distintas revistas especializadas.